Son los calamares a la romana de toda la vida, pero en Cantabria se llaman rabas. Si aquí tienen un nombre especial, imagínate por qué será, ¡están buenísimas! Las rabas son elaperitivo más típico de Cantabria y las puedes acompañar de un vermut, un vino o una caña. Está claro que si vienes por Cantabria es uno de los platos que tienes que probar obligatoriamente. ¡Una de rabas se ha dicho!
El cocido es, sin duda, el plato cántabro más típico. En Cantabria no sólo tenemos un tipo de cocido, sino dos. Por un lado, está el cocido montañés, típico de la zona del Valle de Cabuérniga. Este cocido está hecho con alubias blancas, berza y compango (costilla adobada, tocino, chorizo, morcilla) suena fuerte ¿eh? Hay que reconocer que ligero no es, pero está buenísimo. Por otro lado, está el cocido lebaniego que, como su nombre indica, es propio de la zona de Liébana. Este cocido está hecho con garbanzos de Potes, patata y el compango (cecina, chorizo, tocino, hueso de rodilla). Si lo que quieres es cocido ya sabes que aquí tienes donde escoger. El cocido normalmente se come como plato único, pero si le haces hueco, no tengas reparo en pedir un segundo plato.
Se hicieron famosas fuera de nuestras fronteras y no es para menos, porque las anchoas de Santoña son un auténtico manjar. Se elaboran de manera artesanal en esta villa marinera, y después de un largo y meticuloso proceso se conservan en aceite de oliva listas para servir. Aunque las más afamadas son las de Santoña, también hay otros pueblos costeros cántabros como Colindres, Laredo y Castro en las que se realiza la elaboración y conserva de la anchoa.
Compartiendo plato con nuestros vecinos vascos (allí conocido como marmitako) es otro de los guisos típicos de Cantabria. La marmita es un plato marinero hecho a base de patata, bonito, cebolla y pimiento. Es un plato ligado a los festejos de algunos pueblos costeros cántabros. Por ejemplo, se celebra la fiesta de la Marmita en Castro Urdiales, el Día de la Marmita en Laredo o la Gran Marmitada de Santoña. En la zona de San Vicente de la Barquera, a este plato se le llama sorropotún, y se reparte también gratuitamente con motivo de las fiestas barquereñas de “El Mozucu”.
Aparte del bonito, otros pescados frescos que puedes degustar en Cantabria son: losbocartes a la cazuela, la lubina, la dorada, el besugo, el rodaballo, los maganos encebollados, la merluza en salsa verde (plato típico de la cocina vasca pero también muy común en Cantabria), los ojitos, las sardinas, el chicharro o el rape, entre otros. También puedes degustar gran variedad de mariscos como la langosta, el bogavante, el centollo, lasalmejas a la marinera, los mejillones, los caracolillos, los muergos… ¡Hay variedad para todos los paladares!
Para los que no les guste el pescado, no os preocupéis que aquí también hay carne para todos. En Cantabria destaca la carne de ternera de vaca. También es muy común en la gastronomía de Cantabria la carne de cordero, jabalí, ciervo y lechazo. Si quieres darle un toque de sabor aún más cántabro puedes añadir a la ternera una salsa de queso cántabro, un acompañamiento que le da un sabor increíble. Ahora mismo se me viene a la mente el sabor del solomillo de ternera al queso de Tresviso ¡mmm! Si vienes por aquí pídelo, seguro que no te arrepentirás.
Hablando de quesos, no te puedes ir de Cantabria sin probar alguno de sus quesos más típicos. Cantabria cuenta con tres tipos de queso con denominación de origen protegida. El queso de nata o queso de Cantabria; los quesucos del Valle de Liébana, entre ellos destaca el queso ahumado de Áliva; y el queso de Bejes-Tresviso. Este último es un queso muy característico por su fuerte sabor y olor penetrante y que, generalmente, produce sentimientos opuestos, o lo odias o te encanta (a mi me encanta ¿a ti?) .
Los sobaos pasiegos y la quesada es otro de los manjares que sólo encontrarás en Cantabria. Están hechos principalmente a base de mantequilla, huevos, harina (y leche en el caso de la quesada). Si seguimos hablando de dulces (se me está haciendo la boca agua) también son muy típicos las corbatas de Unquera, las polkas de Torrelavega (en esta zona el hojaldre es el rey), o las Pantortillas de Reinosa.
No se me ocurre mejor manera que finalizar esta ruta gastronómica por Cantabria tomando un orujo de Potes. El orujo es un aguardiente que proviene de la uva lebaniega y que se suele tomar después del postre, ya que gracias a sus propiedades digestivas ayuda a bajar la comida. Hay varios tipos de orujos de distintos sabores: de hierbas, de miel, crema de orujo… Por cierto, aviso para principiantes: cuidado con el orujo que tiene alto contenido en alcohol.
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